Es muy difícil como padre detectar si tu hijo tiene algún problema de visión, ya que, raramente un niño podrá decirte que no ve bien. Esto se debe principalmente a dos causas, la primera es que el niño no sabe que ve mal, para el, su visión es normal ya que no conoce lo que es ver con claridad; y la segunda es por que en muchos casos, un ojo ve mejor que el otro y este compensa la falta de visión.
Darse cuenta de esta falta de visión es muy importante y sobre todo en los primeros años de vida, ya que es cuando los niños desarrollan su capacidad visual, esto es el máximo que van a tener de visión cuando crezcan, siendo lo normal 20/20 que es el 100%. De forma mas simple, digamos que están aprendiendo a ver bien, y esto se llevará a cabo desde los 2 o 3 años hasta los 6 o 7, por lo que debemos estar al pendiente de datos y síntomas que nos hagan sospechar de un error refractivo (de graduación) como puede ser hipermetropía, miopía y astigmatismo.
Actualmente, con la nueva modalidad de clases en línea es mas fácil observar en tus hijos estos síntomas los cuales pueden ser: dolor de cabeza después de estar frente al monitor o leyendo un rato, pegarse mucho a la pantalla, libro o cuaderno, confundir las letras o los números, saltarse renglones, tallarse con frecuencia los ojos, parpadeo constante, desinterés o dificultad para mantener la atención, y cansancio excesivo entre otros. Sin embargo en pequeñitos que aun no asisten a clases, observar la falta de visión generalmente, es todo un reto ya que a menos que sea muy evidente, en general solo un examen oftalmológico podría descartar un problema de este tipo.
Pero entonces ¿por qué es importante saber si mi hijo necesita lentes?
En el caso en el que un ojo vea menos que el otro, éste se puede volver ambliope o, como se conoce coloquialmente, “ojo flojo”. Esto sucede porque a la hora de tener una imagen borrosa en un ojo y en el otro no, el cerebro la “elimina” y por lo tanto se acostumbra a ver con el ojo que tiene una mejor visión. Sin embargo cuando ambos ojos necesitan graduación y no se corrige a tiempo, el cerebro “aprenderá” a ver borroso y no desarrollará al máximo su capacidad visual, teniendo una calidad pobre de visión cuando llegue a la edad adulta y a pesar de usar lentes.
La falta de una buena calidad visual, puede ocasionar además problemas de estrabismo, ojo seco, y sobre todo falta de atención, lo que ocasiona a la larga un mal desempeño escolar, y puede ser confundido con trastorno de deficit de atención.
Existen mas causas por las que se puede tener una mala visión, estas pueden ser enfermedades de las diferentes estructuras oculares como podrían ser queratocono (enfermedad de la córnea), uveitis (inflamación de diferentes estructuras dentro del ojo), catarata (opacidad del lente natural del ojo), tumores, enfermedades de retina, o del nervio óptico.
La consulta oftalmológica es importante desde el primer mes de edad, en especial en prematuros (en estos se debe de realizar a los pocos días de nacidos) para descartar problemas de desarrollo de estructuras oculares, o detectar problemas congénitos; posteriormente darle seguimiento al año, 3 años, 6 años, para descartar problemas de graduación (errores refractivos) y estrabismo; y durante la adolescencia. Estas son las etapas de crecimiento donde pueden existir cambios en la graduación.
Es importante llevarlos a consulta mínimo una vez al año si presentan alguna enfermedad sistémica como podría ser diabetes, insuficiencia renal, síndromes metabólicos, entre otros.
Recuerda que solo una buena exploración oftalmológica nos puede ayudar a descartar cualquier tipo de problema que haga que tu hij@ no vea bien, nunca es tarde, acude con el profesional de la salud.
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Dra. Alejandra Cisneros Piñón
Cirujana Oftalmóloga / Oftalmología en Medicina Interna